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Sin muchas las especialidades que se incluyen en la ciencia médica, algunas de sobra conocidas y otras no tanto. Sabemos qué hace un psiquiatra, un traumatólogo o un ginecólogo pero… ¿cuáles son las funciones de un médico internista?
Lo primero que hay que dejar claro, para evitar confusiones, es diferenciar médico interno e internista. El primer término hace referencia a un médico residente, es decir, a un profesional que una vez aprobado el MIR, continúa su formación, mientras que el internista es un médico que, además, ha completado su especialización en medicina interna.
Las funciones de un médico internista
Los médicos internistas son profesionales que se encargan de múltiples aspectos de la salud de sus pacientes, de ahí que resulte algo complejo definir exactamente cuál es su función porque la atención que ofrecen a los enfermos es global e integral.
La medicina interna se encarga de diagnosticar y atender los problemas de salud que pueden afectar a cualquiera de nuestros órganos internos, así como, de dar los cuidados necesarios a personas que se enfrenten a distintos tipos de enfermedades desde las sistémicas a las autoinmunes.
El campo de actuación de los profesionales de esta especialidad de la medicina tiene dos limitaciones: es una rama totalmente separada de pediatría, es decir, un médico internista solo atiende a pacientes adultos y además, solo a aquellos pacientes que no requieran intervenciones quirúrgicas.
Teniendo en cuenta estas dos premisas, es fácil deducir que las funciones que puede ejercer un médico internista son múltiples y muy variadas, pudiendo llevarlas a cabo tanto en el ámbito hospitalario como en consultas o centros de salud.
Por último, además de la atención que estos médicos proporcionan directamente a sus pacientes, no hay que olvidar su importante labor de coordinación con otros especialistas que pueda necesitar un enfermo, desde cirujanos, hasta fisioterapeutas, para conseguir, así, los mejores resultados en cualquier tratamiento.
Prevención, cuidados y seguimiento son los tres campos de actuación de los médicos internistas, que se traducen en funciones muy concretas como:
- Atender a los pacientes tanto diagnosticando enfermedades comunes, como prescribiendo el correspondiente tratamiento.
- Coordinar las distintas acciones que implique el ingreso de un paciente en un centro hospitalario, desde el régimen alimenticio más conveniente, hasta las medidas adecuadas para un seguimiento posoperatorio.
- Atender y hacer revisiones en consulta o en hospital de pacientes con enfermedades crónicas: diabetes, hipertensión, artritis, insuficiencia cardiaca…
- Controlar y realizar el seguimiento en el caso de enfermedades metabólicas y del sistema inmune.
- Fomentar hábitos de vida saludable según las características de cada paciente.
- Ofrecer una atención integral a pacientes con patologías cardiacas o riesgo cardiovascular.
Además, el médico internista, al igual que el resto de médicos, se encarga de realizar las exploraciones físicas necesarias para diagnosticar una afección, así como de solicitar las distintas pruebas médicas: análisis, radiografías, tacs… para evaluar sus resultados y completar el diagnóstico, paso previo a establecer un tratamiento.
Teniendo en cuenta todas estas funciones, algunas ramas de la medicina en las que pueden centrarse las médicos internistas (sub especialidades) son, entre otras: cardiología, neumología, gastroenterología, nefrología, endocrinología, enfermedades infecciosas… todo lo que implique el cuidado integral de un paciente con especial seguimiento de sus órganos internos es misión de los médicos internistas (fuente: Quenecesitamos.com).
Requisitos para ser médico internista
Además de la vocación para ejercer esta profesión que implica la atención a los demás, para ser médico internista es necesario contar con los estudios y la formación imprescindible y también poseer algunas características o cualidades personales que resultan importantes en esta especialidad médica.
A nivel personal, un internista debe ser un profesional capaz de adaptarse a distintos entornos sanitarios, desde un hospital hasta una consulta. Además, es fundamental que tenga buena capacidad de comunicación, ya que, es una figura clave para el paciente y sus familiares.
Del mismo modo, también ha de tener excelentes dotes de coordinación. Como hemos dicho, el internista será el encargado de coordinar las acciones de un equipo multidisciplinar, en el que intervienen profesionales de: enfermería, radiología, cirugía, psicología… y de esa buena coordinación depende la propia salud del paciente.
El médico internista ofrece atención integral a pacientes adultos tanto en consulta, como en el área hospitalaria, siempre excluyendo el ámbito quirúrgico
También la capacidad de análisis y observación es cualidad básica a la hora de lograr un diagnóstico certero con la mayor rapidez posible. Por último, el interés por la investigación y por mantenerse al día de las últimas innovaciones en cuanto a tratamientos médicos que puedan ser útiles para sus pacientes, es un plus que debe tener un internista.
Por supuesto, las habilidades personales son solo un buen punto de partida, ya que, para ser médico internista hay que contar con los estudios y el título que acrediten estar capacitados para ejercer esta profesión.
Para ser médico internista hay que estudiar y completar la carrera o Grado en Medicina, que tiene una duración media de 6 años en los que se combinan la adquisición de los indispensables conocimientos teóricos, con las primeras prácticas.
Con el título de Grado, hay que aprobar el temido MIR (Médico Interno Residente), el examen que permite continuar la formación como médico residente eligiendo, en este caso, la especialidad de médico internista.
Hay que tener en cuenta que aprobar el MIR y alcanzar la nota que permita elegir, como especialidad, medicina interna requiere un gran esfuerzo, no tanto por la dificultad del examen, sino por el número de aspirantes que llegan a presentarse.
Superado el MIR, la formación específica como médico internista tiene una duración aproximada de 4 años.
Una vez cumplidos todos los requisitos académicos, para ejercer la profesión la colegiación es requisito imprescindible.
¿Cuánto gana un médico internista?
El salario de un médico internista varía según las funciones específicas que realice en el ejercicio de su profesión. Hay que tener en cuenta que estos médicos pueden encargarse del tratamiento de enfermedades muy dispares: cardiovasculares, renales del aparato digestivo, del sistema inmune, del endocrino… el salario además dependerá de otros factores como la experiencia aportada o el lugar de trabajo: hospitales, consultas privadas, centros de salud…
Como salario medio, un internista puede ganar entre 45.000 y 60.000 euros al año, cifras con ligeras oscilaciones entre comunidades autónomas y a las que habría que sumar las cantidades correspondientes a distintos complementos salariales ( guardias, trienios…)