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En la actualidad no resulta ninguna novedad decir que la vivienda se ha encarecido hasta niveles inimaginables hace algunos años. Acceder a la compra de un piso o de una casa se ha convertido en tarea casi imposible y, por ende, lo mismo ha ocurrido con los precios del alquiler, cuyos precios se han vuelto inasumibles para la mayoría de los jóvenes que buscan independizarse.
Esto ha llevado a que, para ahorrar un poco de dinero, los propietarios de un local comercial o de una oficina decidan convertir este espacio en una vivienda de tamaño reducido. A priori, este tipo de propiedades requieren inversiones mucho menores para ponerlas a punto y, por lo tanto, es una opción para evitar gastar más de la mitad del sueldo en el alquiler.
Ahora bien, aunque muchas personas están optando por esta solución, debes saber de antemano si, desde el punto de vista legal, se puede vivir o no en una oficina. Por este motivo, en este artículo, ARKespai te vamos a mostrar si se puede o no y a qué problemas o consecuencias nos podemos enfrentar. Sigue leyendo para resolver tus dudas.
¿Es posible vivir en una oficina?
Si estás pensando en vivir en una oficina, debes saber que, legalmente, no se puede hacer, ya que este tipo de locales no suele contar con las características adecuadas para ello. O sea, que, de hacerlo, estarías cometiendo una ilegalidad y, por lo tanto, puede tener consecuencias legales, ya que se considera que una oficina no es un espacio habilitado para cumplir las funciones de vivienda.
Es decir, que las viviendas no disponen de los mismos requisitos, en cuanto a su construcción y reforma, que los que debe disponer una vivienda, por lo que, legalmente, carecen de la licencia de primera ocupación y, por supuesto, de la cédula de habitabilidad, así como la consideración de “uso residencial”.
Estos documentos permiten acreditar que un determinado inmueble cumple con todos los requisitos técnicos, higiénicos y sanitarios mínimos para poder residir en el mismo, además de otro tipo de especificaciones con las que no cumplen las oficinas. Asimismo, también existen ciertas normativas locales que pueden establecer los ayuntamientos para poder considerar un local como un lugar habitable desde el punto de vista residencial.
¿Qué consecuencias puede tener vivir en una oficina?
Por supuesto, aunque, en un principio puede resultar una idea económica y atractiva, el hecho de que una oficina se utilice como vivienda es totalmente ilegal, y, por supuesto, puede tener ciertas consecuencias para sus habitantes. Recuerda que, ante el Registro de la Propiedad, esta “vivienda” se considera una oficina, por lo que en ningún caso te van a permitir venderla como vivienda, sino que tendrás que hacerlo como local comercial u oficina.
Del mismo modo, tampoco te puedes empadronar, ya que te estaría delatando ante la Administración Pública. En este caso, lo más probable es que el Ayuntamiento competente te sancione y te obligue, primero, a pagar una multa y, segundo, a convertir legalmente la oficina en una vivienda.
Lo mismo sucede si tratamos de alquilar una oficina como vivienda, ya que el arrendatario no se podría empadronar por el mismo motivo. Además, en esta situación, no puedes solicitar suministros nuevos para su uso como vivienda (agua, electricidad, gas), por no hablar de que cualquier persona puede interponer una denuncia ante la Administración Pública. Por ello, para evitar problemas, lo más recomendable es no andar con rodeos y transformar legalmente tu oficina en una vivienda de uso residencial.
¿Es legal convertir una oficina en una vivienda?
Como hemos comentado más arriba, sí que es posible transformar legalmente una oficina en una vivienda. Para ello, debes acudir al Ayuntamiento competente y solicitar un cambio de uso, además de contar con el apoyo de un arquitecto que se encargue de redactar un proyecto que demuestre que se van a seguir las normas al pie de la letra.
Este proyecto debe atender a dos ejes principales, el primero es la viabilidad geométrica o las normas de habitabilidad dependiendo de cada municipio —esto incluye la adecuación de esta oficina a las necesidades de una vivienda, contando con la cédula de habitabilidad y con la licencia de primera ocupación—. El segundo es la viabilidad urbanística, que debe seguir el plan general del municipio.
Ten en cuenta que, para poder convertir una oficina en una vivienda, esta debe contar con unas condiciones mínimas de habitabilidad. Entre ellas, estamos hablando de unas dimensiones mínimas apropiadas para cada espacio, dependiendo de su uso, así como con las dependencias mínimas que debe contener una vivienda, así como las instalaciones, la ventilación, la iluminación y, por supuesto, con los materiales apropiados.
¿Qué tener en cuenta para transformar una oficina en vivienda?
Ahora que sabes que es totalmente legal convertir una oficina en una vivienda y poder disponer de este espacio libremente, debes tener en cuenta que el proyecto del arquitecto —que hemos mencionado más arriba— cumpla con algunas consideraciones para poder realizar el cambio de uso.
Debe contar con distintas estancias independientes
Por ejemplo, debes tener en cuenta que todas las habitaciones deben ser independientes entre ellas, además de contar con distintas estancias dedicadas a diferentes usos, como, por ejemplo, la cocina, el salón-comedor y, como mínimo, un baño y un dormitorio principal.
Ten en cuenta las dimensiones mínimas de cada espacio
Asimismo, cada estancia debe contar con unas dimensiones mínimas de anchura y altura. Estas deben medir, como mínimo 2,50 metros de altura para el techo y unos metros cuadrados mínimos dependiendo de cada estancia. Por ejemplo, el dormitorio principal debe contar, como mínimo con 12m2, los secundarios, con 8m2 y el baño, como mínimo, 5m2.
Del mismo modo, debes tener en cuenta que muchas oficinas que se ubican en bajos puede que no se puedan transformar en vivienda, ya que se considera que las ventanas deben encontrarse al menos, a 1,80m de la calle para preservar la intimidad de los habitantes.
La iluminación natural y la ventilación son vitales
Las condiciones de iluminación también son muy importantes, ya que, para poder transformar una oficina en una vivienda, debes garantizar que todas las estancias deben tener iluminación natural, tanto del exterior como de los patios interiores, con excepción de los pasillos y de los baños, que, como mínimo deben contar con una rejilla de ventilación. Esto permite, además, garantizar una ventilación de la vivienda.
Materiales adecuados para la habitabilidad
Tampoco debemos dejar de lado el uso de los materiales que se emplean en los techos, los suelos o las paredes, ya que la normativa contempla aquellos que se deben utilizar en las viviendas. Estos deben ser ignífugos y no resbaladizos, especialmente, en las cocinas y en los baños, que son las zonas de mayor riesgo de accidentes.