Síndrome del impostor: qué es y cómo te afecta

Si en algún momento has sentido que tus capacidades profesionales no son lo suficientemente buenas para el puesto que ocupas o que no mereces tener éxito, ten cuidado! Puede que sufras del Síndrome del Impostor.

Las personas afectadas por esta condición emocional sienten que son un fraude y que están engañando a los demás en cuanto a los logros alcanzados. De esta manera, consiguen boicotear su avance profesional y esto se ve reflejado en salarios más bajos o puestos de trabajo por debajo de sus capacidades.

Hay algunos indicios para detectar si estás sufriendo de Síndrome del Impostor y así atacar el problema. Así, podrás vencer estas barreras mentales que te impiden avanzar en tu desarrollo profesional y mostrar todo aquello de lo que eres capaz.

¿Qué es el síndrome del impostor?

Puede ser definido como un trastorno psicológico que se expresa en el miedo que puede sentir una persona a ser descubierto como un fraude, asociado al hecho de que se siente incompetente. Este síndrome no está reconocido como una patología psiquiátrica que pueda ser diagnosticable, aunque se han realizado diversos estudios que han caracterizado este trastorno.

Las personas que sufren de este síndrome no creen en sus propias competencias aunque muestren de forma objetiva sus logros profesionales. Por tanto, no sienten que merecen el éxito obtenido y tienen el temor constante de que las otras van a descubrir que no son tan inteligentes como aparentan ser.

De tal forma, que los impostores se esfuerzan cada vez más en evitar un posible fracaso a fin de no ser descubiertos por los demás. Esto los lleva a tener un constante sentimiento de culpabilidad y suele presentarse más frecuentemente en ambientes muy competitivos como la alta gerencia o entornos académicos.

Este síndrome fue descrito por primera vez en 1978 y durante un tiempo se consideró que solo afectaba a las mujeres. No obstante, hoy se considera que un 70% de las personas han sufrido de este trastorno en algún momento de su vida profesional.

Asimismo, es cierto que los hombres son un 18% menos propensos a tener estos sentimientos de sentirse un fraude que las mujeres. Además, se ha visto que se presenta con mayor frecuencia en personas entre los 18 a 34 años de edad, particularmente en el sector de la tecnología.

¿Qué causa el síndrome del impostor?

La aparición de este síndrome puede estar asociada tanto a aspectos cognitivos como causas ambientales que llevan a afectar la percepción de la realidad de la persona. En este sentido se pueden señalar las siguientes causas:

Factores ambientales

El síndrome del impostor se puede disparar si la persona viene de un núcleo familiar donde no se da importancia a los logros alcanzados. Igualmente, si en un momento determinado alguna figura significativa para el niño o joven no valoraron sus aptitudes y capacidades.

Asimismo, es posible que aparezca en profesionales exitosos que fueron estudiantes con bajas calificaciones. Todos estos factores generan un ambiente de pérdida de confianza de la persona en sí misma, la cual no es capaz de valorar sus capacidades.

Aspectos cognitivos

Las personas que se sienten un fraude suelen considerar que los éxitos obtenidos dependen de factores externos y no de sus propias capacidades. Por tanto, piensan que si tienen un logro profesional esto se debe al azar o buena suerte y no a su trabajo duro y capacidad intelectual.

De tal manera, que estas personas viven con un sentimiento de inseguridad constante que los hace temer por lo que pueda ocurrir con su carrera profesional. Así, terminan perdiendo totalmente la confianza así como el control de su vida.

¿Cómo afecta el síndrome del impostor?

Antes de entrar en conocer cómo te afecta el síndrome del impostor, es importante que seas capaz de reconocer si lo sufres. Para esto, lo primero es tratar de determinar si tienes sentimientos de que no eres suficiente a pesar de los éxitos que obtienes.

Entre algunos de los pensamientos que son recurrentes en una persona que padece el síndrome del impostor, destacan:

1. No puedo fallar: la persona siente que si fracasa será descubierto por sus compañeros, quienes se darán cuenta de que no tiene las capacidades necesarias para el trabajo que hace. Es una necesidad constante de perfeccionismo, que no le permite disfrutar de su éxito.

2. Todo depende de la suerte o el azar: se considera que los éxitos alcanzados no son fruto del esfuerzo realizado, sino de factores externos que la persona no controla.

3. Soy una persona falsa: tienes la sensación constante que no te mereces los elogios que te dan tus jefes o compañeros de trabajo. Por tanto, no mereces ese ascenso o liderar el proyecto que posiblemente tú diseñaste.

4. El éxito no tiene importancia: estas personas tienden a no valorar los logros que han alcanzado, ya que consideran que no lo merecen. Este éxito es producto de su engaño a otros, la suerte o cualquier otro factor externo que no es controlado por ellos mismos.

Debes intentar reconocer si estos pensamientos son una constante en tu vida profesional, ya que pueden tener importantes consecuencias negativas como:

  • Vives con un miedo constante a ser descubierto, lo que te genera un gran estado de ansiedad y sufrimiento.
  • La falta de seguridad en ti mismo hace que te esfuerces aún más en tu trabajo, a fin de evitar cometer cualquier error. Por tanto, puedes llegar a presentar problemas de salud al dedicar tanto tiempo a cumplir con tus tareas.
  • En muchos casos tiendes a procrastinar a fin de evitar tener que enfrentarte a desarrollar un proyecto o una tarea para la que consideras que no estás capacitado.
  • Al mostrar falta de confianza en tus capacidades, es frecuente que no te otorguen los ascensos y puestos de responsabilidad dentro de la organización.
  • Los sentimientos de culpa e inseguridad no permiten demostrar todas tus capacidades y desarrollar ideas innovadoras.
  • Muchas veces cuando tienes el síndrome del impostor, no tienes el valor de luchar por un mejor salario o condiciones laborales, por lo que muchas veces estás sub pagado en tu puesto de trabajo.

¿Cómo superar el síndrome del impostor?

Si te has dado cuenta de que tienes varios de los comportamientos y pensamientos del síndrome del impostor, es importante que tomes algunas medidas para superarlo:

1. Busca ayuda profesional

Lo más conveniente es ponerte en manos de un psicólogo que podrá diagnosticar el origen de tu problema y trabajar contigo para superarlo. Así, es mucho más sencillo que logres romper con el ciclo de culpa y miedo que involucra este trastorno psicológico.

2. Trata de ser conscientes de tus sentimientos de impostor

Intenta identificar cuando vienen a tu mente los sentimientos de impostor y trata de determinar las situaciones que hacen que aparezcan con mayor frecuencia. Realiza un seguimiento y determina la frecuencia con que aparecen, a fin de que puedas manejarlos con más facilidad.

3. Piensa en el fracaso como una oportunidad

Trata de evaluar lo que aprendes cuando fracasas y como estas experiencias te ayudan a enfrentar otros retos en el futuro. Darle un valor positivo a tus fallos, puede ayudarte a superar tu miedo constante a equivocarte.

4. Cambia tu forma de pensar

Intenta trabajar en tus pensamientos y en vez de enfocarte en que puedes fallar, piensa que nadie sabe todo. Así a medida que te esfuerces y te formes más, serás cada vez más capaz en tu ámbito profesional.

5. Dale importancia a tu éxito

Tienes que abandonar el comportamiento en que no valoras tus logros, así que lleva un control de todos tus pequeños éxitos. Al visualizarlos de una forma objetiva, empezarás a darte cuenta que son más producto de tu esfuerzo que del azar y que puedes tener control sobre los mismos.

6. Expresa como te sientes

Es conveniente que hables con otras personas como tus jefes o compañeros de trabajo sobre los pensamientos que tienes con respecto a tus capacidades profesionales. Es una buena manera de buscar apoyo y posiblemente descubras que hay otras personas en tu entorno que tienen los mismos sentimientos.

7. Ayuda a otras personas

Trata de resolver dudas y apoyar a otros compañeros o personas que tienen menos formación o experiencia que tú. De esta forma te darás cuenta que hay otras personas menos capacitadas y que si eres competente en tu ámbito profesional.

8. Trátate a ti mismo con amabilidad

No te juzgues tan duramente y acepta que todos tenemos el derecho a equivocarnos de vez en cuando. Si te tratas con dureza, solo lograrás afianzar tus sentimientos de impostor que están evitando que avances en tu carrera profesional.