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En la actualidad hay una gran competitividad en el entorno laboral, que en ocasiones conlleva a que no se alcancen los objetivos planteados. Esto puede disparar emociones como la rabia, la tristeza o el desánimo que terminan afectando tu capacidad para cumplir con tus tareas.
Todos estos sentimientos dan origen a la frustración en el trabajo, debido a que no se puede alcanzar lo deseado. Por tanto, es frecuente tener empleados que tenga poco ánimo, se encuentren molestos o desmotivados porque no son capaces de gestionar las emociones que se presentan ante un conflicto.
Asimismo, el trabajador puede alcanzar un estado de inestabilidad emocional que lo hace ineficiente, desmejorando su desempeño. También se pueden presentar problemas de comunicación con superiores y compañeros, generando problemas en las relaciones laborales.
Por tanto, es conveniente saber reconocer los sentimientos de frustración tanto en ti mismo como en tu personal a fin de buscar mecanismos que ayuden a superarlos. Así, se logra tener un equipo de trabajo motivado y enfocado en alcanzar los objetivos empresariales.
¿Qué es la frustración en el trabajo?
La frustración se entiende como un sentimiento que surge en una persona, cuando no es capaz de alcanzar o tener algo que desea. Como consecuencia, tiene reacciones emocionales que se pueden reflejar en expresiones de ansiedad, nerviosismo, ira o desmotivación.
Cuando estos sentimientos son productos de eventos ocurridos en el entorno laboral, se habla de frustración en el trabajo. Esto puede ser motivado por distintas causas que van desde no haber conseguido el ascenso que se buscaba hasta no haber logrado las metas propuestas en un proyecto particular.
Las personas que desarrollan frustración en el trabajo pueden llegar a presentar hasta enfermedades físicas, producto de sus emociones. Asimismo, no son eficientes y terminan afectando las actividades del equipo de trabajo donde se encuentran.
Hay algunos factores que se considera pueden predisponer a una persona a la frustración, como:
- Un temperamento innato que sea incapaz de manejar los sentimientos que se desarrollan al no poder alcanzar algo que se desea.
- El entorno social puede condicionar a la persona a soportar mejor o peor una situación en que no puede lograr lo que quiere. Igualmente, puede a estar asociado a una infancia en la que siempre se le dio todo lo que pedía y por tanto la persona no logro adquirir herramientas emocionales para manejar la frustración.
- Cuando la persona presenta dificultades para expresar sus emociones debido a que tiene poca capacidad de comunicación. También se puede presentar si el individuo considera que expresar emociones desagradables es incorrecto.
- La persona puede sentir que la situación que genera su frustración es peligrosa o amenazante, lo que refuerza sus sentimientos y le dificulta aún más manejarlos adecuadamente.
Tipos de frustración
Desde el punto de vista psicológico, se considera que existen cuatro tipos de frustración asociados a los eventos que disparan. Estos tipos son:
Frustración por incompatibilidad
Se presenta cuando la persona está frente a la posibilidad de alcanzar dos objetivos que desea, pero tiene que decidirse por uno de los dos. Un ejemplo de esto es si en el trabajo te ofrecen la posibilidad de dirigir el proyecto que querías, pero es incompatible con seguir tus estudios para alcanzar un mayor grado académico.
En este caso, la persona tiene que decidir entre seguir su formación o tomar el ascenso que le ofrecen y por tanto nacen los sentimientos de frustración. Si no tiene la suficiente inteligencia emocional, esta situación puede llegar a afectar la toma de decisiones en el momento adecuado.
Frustración por barrera
Ocurre cuando el individuo se ve impedido de alcanzar una meta porque se presenta un obstáculo, el cual siente que no puede vencer. Puede ocurrir si una persona se presenta para un puesto de trabajo, pero es descartado porque no cumple uno de los requisitos solicitados.
Frustración por evitación-evitación
Es cuando la persona debe enfrentarse a dos situaciones que son negativas, por lo que suele darle largas a tomar una decisión. Un caso puede ser si debes decidir entre tomar o seguir en un trabajo que no te satisface profesionalmente o quedarte sin empleo y no poder afrontar tus gastos mensuales.
Frustración por aproximación-evitación
Si la meta que se presenta ante el individuo, tiene tanto consecuencias negativas como positivas también se pueden generar sentimientos de frustración. Un ejemplo de esto es seguir en un puesto de trabajo que te satisface desde el punto de vista profesional, pero no tiene un buen salario o tomar uno que no te agrada aunque te permite mantener adecuadamente a tu familia.
¿Cómo detectar la frustración en el trabajo?
Como se puede apreciar, los sentimientos de frustración son bastante comunes y es frecuente que se presenten en las personas en algún momento de su vida profesional. Sin embargo, en ocasiones se vuelve una situación recurrente que es importante reconocer a fin de tomar las medidas paliativas para resolverlo.
Entre algunas de las características de un empleado que te pueden ayudar a reconocer la frustración laboral, están:
- La persona manifiesta que tiene una sensación de vacío constante.
- El empleado siente que la única motivación para cumplir con sus labores es el salario que recibe.
- La persona muestra signos de cansancio de forma constante.
- Es frecuente que el empleado comience a llegar tarde porque tiene problemas para levantarse y prepararse a tiempo.
- La persona se irrita fácilmente ante cualquier situación que le es adversa.
- No quiere salir de su zona de confort ni está dispuesto a probar cosas nuevas que generen un mayor esfuerzo.
- Su desempeño desmejora, lo que se refleja en una baja productividad en su trabajo.
- No tiene ningún tipo de motivación para cumplir con sus labores más allá de lo estrictamente necesario.
- Puede llegar a desarrollar estrés y en casos graves, enfermedades físicas que lo lleven a solicitar una baja laboral.
Por otra parte, al momento de reclutar personal es importante considerar aspectos que te ayuden a reconocer a una persona con baja tolerancia a la frustración. Entre algunos, se pueden resaltar:
- Suelen ser personas muy impulsivas e impacientes, además de ser bastante exigentes.
- Muestran gran dificultad para manejar sus emociones.
- No toleran bien el tener que esperar a fin de obtener aquello que desean y si no logran lo quieren de forma inmediata, reaccionan con ira o tristeza marcada.
- Son poco flexibles, no se adaptan bien a los cambios y suelen ser radicales en sus pensamientos. No ven los tonos grises o posturas intermedias, solo los extremos.
- Suelen sentir que se merecen todo lo que desean obtener y por tanto si se les pone límite, consideran que es injusto.
- Es frecuente que utilicen el chantaje emocional como una forma de obtener lo que desean de forma inmediata.
Hay distintos test psicológicos que se pueden aplicar en los procesos de reclutamiento de personal, que permiten medir la tolerancia a la frustración. Así podrás conocer si las personas que pasan a formar parte de la plantilla de la empresa, tienen mayor o menor capacidad de manejar eventos que puedan generar frustración.
¿Cómo evitar la frustración laboral?
Muchas personas exitosas en su vida laboral, son aquellas capaces de manejar y gestionar sus emociones. A fin de evitar sentir frustración en el trabajo, puedes seguir las siguientes recomendaciones:
1. Reduce tus expectativas
Todos tienen expectativas sobre conseguir un mejor empleo, un ascenso o un aumento de sueldo. Sin embargo, trata de manejarlas a fin de que sean objetivos que puedas alcanzar en el corto o mediano plazo y así no te generen frustración.
2. Acepta que cometes errores
En las personas que son perfeccionistas, los sentimientos de frustración son frecuentes porque no son capaces de aceptar los fallos que suelen ser comunes en cualquier tarea. Por tanto, debes aprender a que todos cometen errores, que de estos también se puede aprender y te ayudan a crecer profesionalmente.
3. Aprende a aceptar tu situación
Debes tratar de analizar la situación que te genera frustración e intentar entender por qué llegaste a esto. Al estudiar los distintos factores y causas, será más sencillo aceptar lo que sucede y buscar su lado positivo.
4. Cuenta con un plan B (Ajusta tus estrategias)
No siempre las cosas suceden como lo planificas y para prepararte es conveniente tener dos opciones ante una situación determinada. Por ejemplo, si no te ofrecen el puesto de trabajo que deseabas, pero tienes más tiempo libre este puedes usarlo en tu formación y así tener mejores oportunidades.
5. Expresa tus emociones
Si reconoces sentimientos de frustración ante un hecho concreto, una buena forma de manejarlo es hablarlo con otros. Así, puedes tener la percepción de otra persona y compararla con las tuyas para reflexionar sobre la situación.